Los tiempos han cambiado y la modernización de los dispositivos de impresión es cada vez mayor. Cada vez encontramos máquinas más sofisticadas que nos permiten trabajar realizando diseños e impresiones que nunca antes hubiéramos imagino, como es el caso de las impresoras 3D. Lo mismo ocurre con los plotters, o máquinas de alta precisión.
A continuación, analizamos en qué consisten los plotters, cuándo surgieron y cuáles son sus funciones, entre otras cuestiones relevantes.
Un plóter, también conocido como ploteadora o máquina de trazado gráfico, es un aparato que su utiliza junto al ordenador para llevar a cabo impresiones de gran calidad. Este aparato trabaja imprimiendo de forma lineal y con colores monocromáticos, es decir, de 4 colores —aunque, también podemos encontrar plotters de 8 colores e, incluso, de 12—. Esta máquina tiene unos usos específicos y bien definidos, como es el campo de las ciencias, la ingeniería y la arquitectura, para el diseño y los planos.
Ahora bien, existen una gran cantidad de modelos que varían dependiendo de su uso principal y de la forma en la cual trabajan —como veremos, a continuación—. En el portal especializado de impresoras10.top/los-8-mejores-plotters-de-impresion/ puedes encontrar un análisis realizado por expertos sobre cuáles son los mejores plotters del mercado en la actualidad. Si estás pensando en comprar una de estas modernas máquinas, esta review puede serte de gran utilidad.
El funcionamiento de los plotters es muy sencillo. Esta máquina trabaja realizando trazos sobre diferentes soportes, entre los cuales se incluye el papel. La misma cuenta con diferentes tintas de colores que funcionan a través de plumas internas —cada una de un color— las cuales imprimen de manera lineal y continua.
Ahora bien, podemos encontrar otro tipo de plotters conocidos como los plotters de corte. Estos, en vez de llevar plumas para pintar, tienen cuchillas que realizan cortes precisos, como los plotters Roland. En el caso de estas máquinas, los diseños se pueden realizar sobre una gran cantidad de materiales, incluso el cuero o la madera —si es de reducido grosor—.
El origen del plotter se remonta al año 1961, aunque comenzó a fabricarse en el año 1956. El primero de los aparatos que surgieron fue denominado como Graphomat Z64 y el mismo fue creado por Konrad Zuse. El Graphomat era una máquina que trabajaba con gran precisión y que estaba destinada para la realización de mapas, así como al registro topográfico. No fue hasta pasados unos años desde su invención que comenzó a ser utilizada por los artistas George Nees y Frieder Nake, quienes —además— son considerados los pioneros del arte digital a nivel mundial.
Lo cierto es que la primera máquina tenía un diseño bastante rudimentario, en comparación con las máquinas que podemos encontrar hoy en día. Ahora bien, esta ofrecía resultados excelentes con acabados estupendos. Dicho diseño consistía en una mesa de dibujo controlada por dos engranajes de alta precisión (1/20 mm). Estos, a través de un ordenador, convertían las instrucciones digitales en cinta perforada. Además, podía trabajar realizando curvas aleatorias, así como símbolos e, incluso, puntos en cuatro colores. La máquina convertía las instrucciones digitales en instrucciones en movimientos analógicos X e Y a través de 16 velocidades distintas.
Actualmente los plotters tienen una gran variedad de usos, dependiendo de cuál sea el área de trabajo para la cual vayan a ser utilizados. Podemos encontrar de esta forma las siguientes categorías:
La principal diferencia entre un plotter y una impresora es la funcionalidad. Es decir, la forma en la que trabaja cada máquina. En el caso del plotter, este cuenta con varias plumas que imprimen de manera lineal, mientras que, en el caso de las impresoras, la impresión se realiza a través de inyectores que trabajan punto a punto.
Otra de las diferencias principales es que los plotters trabajan con formatos de papel más grande —aunque también existen impresoras de gran formato que pueden trabajar con las mismas medidas—. Por último, como hemos indicado a lo largo del texto, el plotter funciona como un dispositivo auxiliar para los diseños y planos de ingenieros y arquitectos, mientras que las impresoras pueden encontrarse en diversos tipos y su utilización suele ser más frecuente para oficinas o para uso casero.