Aunque sus orígenes se remontan a la China del año 100 después de Cristo, desde donde pasó a Japón en el siglo VII renombrándose como Origami, la papiroflexia no le es muy ajena a España.
Se dice que este arte llegó a Europa en las manos de los árabes, pero en nuestro país tuvo una notable influencia quizás gracias a que la primera fábrica de papel del continente europeo se fundó en Xativa, Valencia, y a la popularización que de él hizo Miguel de Unamuno con sus libros de cocotología, nombre que dio a la práctica de crear pajaritas en papel.
Exactamente, por origami o papiroflexia podemos entender el cúmulo de técnicas que hacen posible la realización de figuras en papel, plegándolo sin hacer cortes ni emplear pegamento u otro accesorio.
A pesar de esta historia, en España la papiroflexia u origami no es lo suficientemente empleada. Esta manualidad de plegar papel para conformar figuras atractivas debería utilizarse más en las escuelas y hogares y no tanto por una cuestión de tradición e historia, como por los innumerables beneficios que arroja para la actividad cerebral y el desarrollo de habilidades manuales, sobre todo en los niños.
Importancia
Mediante la realización de manualidades sencillas los niños pueden además desarrollar habilidades artísticas de creación plástica y, como actividad manual al fin, acelerar la maduración de su cerebro. Esto último se explica a partir del hecho de que la coordinación que la papiroflexia demanda impone el empleo de los dos hemisferios de ese órgano.
Asimismo, esta actividad puede calificarse de fortalecedora de la capacidad, en la misma categoría que la escritura. Además es sumamente entretenida, más que otras manualidades, y reúne un conjunto de beneficios para los niños, que veremos a continuación, por lo que podemos decir que es una práctica muy importante para la formación.
Concentración
La papiroflexia permite desarrollar la concentración visual y mental de los niños. Ello se explica a partir del hecho de que los pequeños precisan de estar centrados para conseguir dar forma a la figura.
Visualización e imaginación
Esta práctica, al partir de imágenes mentales, también favorece el desarrollo de la capacidad de los niños para visualizar, imaginar, y crear nuevas y propias figuras.
Habilidades manuales
Como se dijo más arriba, el arte del origami eleva los niveles de destreza de sus practicantes y desarrolla sus habilidades manuales. Asimismo, favorece la coordinación de las manos con los ojos, algo muy útil para cualquier actividad imaginable de la vida práctica.
Atención y memoria
Son dos elementos que se ven activamente favorecidos con la práctica de la actividad. La memoria mejora fundamentalmente porque el niño debe llevar la cuenta de los pliegues hechos y de los que le faltan por hacer para terminar cada figura.
Dominio de conceptos espaciales
La papiroflexia favorece la comprensión de las relaciones del espacio y sus conceptos como por ejemplo detrás, delante, arriba y abajo, así como recto, curvo u oblicuo.
Autoestima
Cada figura que el niño logra terminar es una dosis de fortaleza para su autoestima y un impulso a aprender más y probar nuevas y más complicadas figuras.
Paciencia y empeño
El origami no es fácil. Una figura puede llevar varios intentos antes de ser conseguida a plenitud. Por ello, mediante su práctica el niño aprende a ser paciente, rectificar errores y poner empeño para alcanzar metas.
Relajación
Otro beneficio de la actividad para los niños es que los relaja y les hace pasar por alto situaciones estresantes por las que puedan estar pasando. Igualmente, les permite dejar a un lado sus posibles temores.
Tratamiento
La papiroflexia ha probado su efectividad en el tratamiento de condiciones o padecimientos como la hiperactividad, el déficit de atención, la dislexia, entre otros muy comunes en los menores de edad.
Pensamiento lógico-matemático
Por último, un beneficio invaluable de las manualidades de papiroflexia es su contribución al desarrollo y perfeccionamiento del pensamiento lógico-matemático. Esto se debe a que el niño o cualquier otro practicante se ven obligados a realizar cuentas para poder dar forma a la figura y a que los pliegues en el papel constituyen operaciones de simetría y geometría.
Existen estudios que explican cómo la papiroflexia puede ayudar a resolver ecuaciones de tercer grado y hasta hipótesis y teoremas específicos para este arte. Como ejemplos pueden citarse el teorema de Maekawas y el de Kawasi.
En fin, que sin ir más lejos, podemos concluir que la papiroflexia es una de las mejores manualidades que podemos inculcar a nuestros niños. Sus beneficios son muy alentadores.